El combate de Edchera se desarrolló en las proximidades de El Aaiún el 13 de enero de 1958. Un combate enmarcado en la olvidada guerra de Ifni-Sahara donde brilló el soldado español en acciones llenas de heroísmo y sacrificio. La Legión volvió a llenarse de honor tras expulsar a un contingente formado por medio millar de soldados irregulares marroquíes del «Ejército de Liberación» de sus posiciones en las cercanías de Edchera.

Aquella jornada la XIII Bandera de la Legión hizo, sin duda, honor a uno de sus espíritus: «El espíritu del legionario es único y sin igual, es de ciega y feroz acometividad, de buscar siempre la distancia con el enemigo y llegar a la bayoneta».

Edchera fue la última acción de guerra en la que se concedieron 2 Cruces Laureadas de San Fernando con carácter individual: Brigada Caballero Legionario Francisco Fadrique Castromonte y Caballero Legionario Juan Maderal Oleaga. Una acción muy simple, aguantar solos ante el enemigo protegiendo el repliegue de sus compañeros. En la brevedad y humildad del lenguaje militar, en la orden de concesión de sus Laureadas, descubrirán como se muere sabiendo que vas a morir, como se espera a la muerte con la gallardía del que muere por otros, del que solo tiene la vida y la vida da, sin nada pedir.

Los Laureados junto a 35 legionarios muertos y 50 heridos, es el frío balance de esta fecha del calendario militar: 13 de enero de 1958, el combate de Edchera.

Juan Maderal Oleaga, fusil en mano, en la del único brazo que le queda, desde su estatua en el Acuartelamiento de la Legión en Almería nos mira y su gesto recuerda “El Grito” de Munch, desesperación para los que saben cómo las cosas hieren y baten a quien las sacó del olvido.

Juan Maderal Oleaga da su nombre a la Bandera de Operaciones Especiales de La Legión Caballero Legionario Maderal Oleaga XIX.