Santiago sintetiza la representación de las nobles ideas constituidas por el compañerismo que aleja todo egoísmo individual y que impulsa sentimientos de abnegación, siendo estas bases de todas las virtudes militares.
Santiago poseía unas especiales cualidades humanas que le hicieron ser particularmente especial. Simpatía, espíritu abierto y comunicativo, nobleza de sentimiento y lealtad a toda prueba, adornaban su personalidad. Tesón y animo, para “volver a la carga”, a pesar de los fracasos. Rudo y sencillo, impulsivo y ambicioso, predispuesto a la aventura y con una fe inquebrantable.
Nunca “el espíritu jinete,” pudo estar mejor representado que en la figura de Santiago, el espíritu que siempre ha animado a nuestra infatigable Caballería a la Caballería española.
Caballería española a la que felicitamos y reconocemos desde la Asesoria para las FCSE en el día de su patrón, a la de antes y la de hoy, por su perseverancia, el valor, el espíritu de equipo, la cohesión, el esfuerzo en el trabajo y la audacia que demuestra en su día a día en aras a contribuir a unas Fuerzas Armadas de primera línea.